EL PROTOCOLO EN UN FUNERAL

 


El fallecimiento de una persona conocida, normalmente, es un acontecimiento doloroso, especialmente, para sus familiares y amigos.

Resulta obligatorio para un caballero, mostrar el máximo respeto en las ceremonias que se originan como consecuencia de dicho suceso. Dichas ceremonias son: funerales, velatorios, entierros, exequias, etc…

Cuando el fallecido es una persona conocida, si nos es posible, debemos personarnos en dichas ceremonias. Si no nos fuera posible hacer acto de presencia, debemos contactar con los familiares más allegados al fallecido para mostrarles nuestras condolencias.

. El respeto. Ser respetuoso con las personas que están pasando un mal momento.

. La empatía. Ponerse en su situación y comprender cualquier cambio de humor, reacción o gesto.

. El autocontrol. Controlar las emociones para no dejar que nos lleven a situaciones límite o descontroladas.

LA ESQUELA. Suele publicarse en los periódicos, generalmente de tirada local y también de tirada nacional, dependiendo de la divulgación que queremos que tenga la noticia.

A veces se coloca la esquela en la puerta del fallecido, en la puerta de la iglesia, o en el tablón de anuncios de la parroquia.

El tamaño mínimo es media cuartilla, aunque depende del presupuesto que quiera gastar la familia.

Debe ser clara, sencilla y respetuosa.

El formato de la esquela es el siguiente:




.- Se suele enmarcar en negro o gris.

.- Puede llevar una cruz o no llevar ningún símbolo religioso.

.- Llevará arriba en letra más grandes que el resto y en negrita el tratamiento y el nombre y apellidos del fallecido.

.- A continuación el cargo o el título, del fallecido. Hay quien añade aquí su mote o alias, y en caso de ser viuda, “viuda de…”

.- A continuación el lugar, la fecha y el motivo de la muerte, la edad del fallecido.

.- A continuación la fórmula R.I.P.(Requiescat in pace), ó, Q.E.P.D. (Que en paz descanse), ó D.E.P. (Descanse en paz).

.- A  continuación se relaciona a la familia por orden de importancia: cónyuge/pareja, hijos, padres, hermanos, nietos, hijos políticos, sobrinos, primos, etc. Y suele ponerse la coletilla: "... y demás familia".

.- A continuación la fórmula: "Participan a sus amigos tan sensible pérdida y les ruega encomienden su alma a Dios".

.- A continuación: en la parte inferior, a la izquierda o centrado, lugar, día y hora de la ceremonia. Y en la parte inferior derecha se suele colocar, el domicilio donde se encentra la capilla ardiente o casa mortuoria y si lo deseamos, la casa doliente (domicilio de la familia). Se pueden especificar frases como "La familia no recibe", para indicar que no quieren recibir pésames en casa. O: "El duelo se despide en el cementerio".

EL VELATORIO: Antiguamente se realizaba en la casa doliente. Existía la costumbre de velar al fallecido, al menos 24 horas antes de la ceremonia y el entierro. Hoy en día, afortunadamente, existen los tanatorios para tal fin.


LA INDUMENTARIA. EL LUTO. Se deben utilizar colores discretos. Los más apropiados son el negro y el blanco, y para las mujeres, en ocasiones, el morado, el burdeos, en ocasiones excepcionales y sólo la viuda el blanco y el tipo de vestuario debería ser formal. (Traje y corbata negros, sin brillo con camisa blanca. Zapatos y calcetines negros.). De usar pañuelo de bolsillo, se portará colocado de forma paralela a la línea del mismo y su color será blanco liso.
















    Como accesorio de discreción incluimos gafas negras, aunque no debe abusarse de su uso en estas circunstancias.



Evitar los colores llamativos y, en caso de no llevar traje o luto, ropa sencilla de cierta formalidad, de corte clásico y colores discretos.

Si se acude, por protocolo, con chaqué, el chaleco será obligatoriamente negro.


Si portamos sombrero, debemos descubrirnos ante el paso del féretro.

LA SIMBOLOGÍA. Las banderas a media asta y los crespones negros son señales de duelo y luto. Las banderas se izan al completo y después se las hace descender hasta colocarse a media asta. Los crespones son lazos negros que se colocan sólo en las banderas que se encuentran en el interior de los edificios, y concretamente en la moharra de la misma o parte superior del mástil. No es correcto colocarlos en banderas exteriores ni en fachadas, ni tampoco en la parte central de la bandera.



CEREMONIA CIVIL. En la ceremonia civil, a menudo, suele haber música, y se le pide a una persona allegada que diga unas palabras sobre el difunto. En ocasiones se encarga de ello un profesional empleado de la funeraria, que suele reunirse con los allegados para recopilar información sobre el difunto. Dichas palabras pueden contener alguna anécdota, un panegírico de alabanza del fallecido, la lectura de algún fragmento de un libro o algún poema. En definitiva, no es más que una manera de despedirse del fallecido.

CEREMONIA RELIGIOSA. Nos centramos por nuestro entorno, y de manera general en la ceremonia cristiana. Se realizará en una iglesia, y, aunque el sacerdote hará referencia al fallecido, el centro será la ceremonia misma, que puede contener o no una misa.  A la ceremonia religiosa, acudirán primero y puntualmente los invitados, que llenarán los bancos salvo los de las primeras filas, que estarán reservados a la familia del fallecido. A continuación llegará el féretro, que puede ser portado por familiares y amigos ó por los empleados de la funeraria. El féretro será colocado con los pies hacia el altar. En el caso de que se trate de un eclesiástico, el féretro entrará con la cabeza hacia el altar, es decir los pies hacia el público. En el caso de tratarse de un militar puede llevar sobre el mismo una gorra, un sable, o una bandera nacional.

En último lugar llegará la familia, que formará el séquito del fallecido, y que ocupará los primeros bancos de la iglesia.

Tras la ceremonia, el féretro es el primero en abandonar la iglesia.

Después lo hace la familia, que puede ocupar la LÍNEA DE PÉSAME, o no querer hacerlo, en cuyo caso, el sacerdote debe comunicarlo durante la ceremonia, y debe respetarse por los asistentes que, en este caso, no deberían insistir en acercarse.

En último lugar abandonarán la iglesia los invitados. Es una descortesía abandonar la iglesia antes que la familia del fallecido.

Si se va a enterrar en sepultura se puede acompañar a la familia hasta la misma sepultura, donde previamente a introducir el féretro en la misma, suele pronunciarse un responso u oración breve. Si se va a incinerar se acompaña sólo hasta la capilla, y tras la ceremonia los invitados se despiden.

LA LÍNEA DE PÉSAME. Suele colocarse al salir de la iglesia, bien, en los primeros bancos reservados a la familia del fallecido, o junto a la puerta del templo, y se hace para que los asistentes puedan expresarle sus condolencias a la familia ordenadamente.



EL PÉSAME PRESENCIAL. Si no podemos quedarnos hasta el final, podemos hacerlo al principio acercándonos discretamente a los primeros bancos. A veces un gesto dice más que las palabras. Debemos expresar afecto, acompañamiento y protección. Un simple abrazo, apretar la mano del familiar, o una mirada tierna, pueden bastar para expresarlo.




Debe ser breve. No se deben incluir historias o argumentaciones que justifiquen nuestra relación con el fallecido. No es el momento.

“Le acompaño en el sentimiento.”

“Siento mucho su pérdida.”

“Lamento mucho su pérdida.”

También es correcto dar el pésame unos días después en alguna misa que ofrezca la familia en la iglesia por el alma del fallecido.

EL PÉSAME TELEFÓNICO. Para conocidos no muy allegados es correcto.

EL PÉSAME POR ESCRITO. Para conocidos no muy allegados, puede darse el pésame por telegrama, por carta manuscrita (es la forma escrita más elegante), por correo electrónico ó por watshap. 

A veces, durante el funeral se habilita una urna con tarjetas que rellenan con su pésame los asistentes al velatorio. 



Otras se habilita un libro de condolencias. 


Para la familia son muy útiles para responder por escrito si no son demasiadas o para responder conjuntamente con un comunicado público si su número fuera excesivo.


EL ENVÍO DE FLORES O CORONAS. Se debe evitar la ostentación. Sencillez. La flor elegida dependerá del mensaje que queramos expresar. Rosa roja: Amor, Clavel blanco: Pureza, Clavel rojo: Simpatía, alegría., Gladiolo: Sinceridad, fuerza, carácter, Integridad. 

Las coronas simbolizan por su forma circular el ciclo sin fin de la vida.

Ademas del mensaje que expresa el tipo de flor, su finalidad secundaria tradicional era camuflar el mal olor que desprendían los cadáveres pasadas las horas.

No es apropiado el envío de flores a un funeral ortodoxo judío.



EXEQUIAS.  Significa honras fúnebres. Seguir  y acompañar hasta el final.

LAS TARJETAS DE AGRADECIMIENTO. Son tarjetas para agradecer las condolencias. La familia del fallecido las envía con posterioridad al funeral.



LAS FASES DEL DUELO.

- La negación. No se acepta la pérdida.

- La ira. Se produce un enfado irrefrenable por la pérdida.

- Los culpables. Se tiende a buscar culpables.

- La depresión. La soledad y el vacío que queda puede conllevar a una depresión.

- La aceptación. Es el momento en el que se empieza a "comprender" lo sucedido y se empieza a vivir aceptando esa nueva situación.

DON JUAN TENORIO. Es una tradición acudir al teatro a ver esta obra el 1 de noviembre. Lo escribió José Zorrilla, y describe la salvación de una persona en el último momento. Es típico en España.



    EL 1 DE NOVIEMBRE: TODOS LOS SANTOS: Fiesta religiosa. A aquellos que no han llegado a ser santos, se les homenajea el 1 de noviembre y se les suele llevar flores. El crisantemo es la flor del difunto, ya que florecen a finales de otoño, y su floración es muy breve, recordándonos la brevedad de la vida.


    LOS DULCES: HUESOS DE SANTOS, BOLAS DE PIÑONES Y BUÑUELOS: Son dulces típicos del 1 de noviembre en España.




    ÁRBOLES: EL CIPRÉS. En Roma significaba bienvenida. Sus raíces son profundas y crecen verticalmente hacia abajo, por lo que son ideales para cementerios.


    HALLOWEN: Fiesta procedente de Irlanda, relacionada con la cosecha. Truco o trato preguntan los niños cuando llegan a las casas disfrazados para pedir golosinas a cambio de no perpetrar travesuras. También se disfrazan los adultos. Es típico tallar calabazas y realizar juegos del tipo morder la manzana. Es una fiesta foránea que llega a España por la influencia de Estados Unidos.


Mr. Mycroft.


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