EL CABALLERO EN CASA
Sería incongruente que un caballero vistiese elegantemente en la calle o en el trabajo, y que, tras completar la jornada con algo de deporte y una relajante ducha, disfrutase de su hogar, en compañía de sus seres más queridos con un chándal viejo.
Resulta mucho más lógico pensar que las personas que más queremos deberían recibir de nosotros en esos momentos una imagen cómoda en la intimidad, pero no por ello carente de estilo.
Siempre he creído que lo más parecido a la felicidad para terminar el día es una buena chimenea, tu sillón orejero favorito con su correspondiente escabel y tu último libro de lectura, acompañado de una copa de tu Cognac favorito.
Recomiendo para ello:
Pijamas de seda o de algodón clásicos:
.- Blanco.
.- Celeste.
.- Azul marino.
.- Celeste con rayas blancas.
Batas de algodón o de seda largas por debajo de las rodillas, con solapas redondeadas anchas, con cinturón y con tres bolsillos. El del lado izquierdo del pecho se podrá complementar con un pañuelo de bolsillo, que combine con nuestro pijama.
También resulta muy elegante utilizar para el cuello pañuelos Ascot de seda.
.- Azul marino ribeteada en blanco.
.- Gris oscuro con lunares blancos ribeteada en blanco.
.- Rojo burdeos ribeteada en blanco.
Chaquetas de fumar cruzadas de terciopelo
.- Negra.
.- Azul medianoche con solapa negra.
Estas chaquetas son apropiadas para sustituir las de nuestros trajes y a nuestras americanas si vamos a recibir visita en casa de manera informal.
Zapatillas slipers de terciopelo negro.
Mr. Mycroft.

.jpg)
.jpg)
.jpg)













.jpg)

.jpg)












Comentarios
Publicar un comentario