DE VALORES: EL CABALLERO DE HOY




    La elegancia es un concepto amplio, es una cualidad humana, relacionada con la armonía y la belleza a la hora de actuar y de elegir, que no se limita a la ropa ó a cómo llevarla. La elegancia está relacionada con nuestro comportamiento para con los demás. Es una actitud.

    La Elegancia en el vestir, supone, que nuestra indumentaria sea apropiada, en cada momento, al evento al que asistimos.






     “¡A dónde  vamos a ir a parar!”

    Ésta   es una  interrogación  retórica,  cuyos  autores  suelen  expresar  con  un  cierto  aire  de indignación, por lo que me permito la pequeña licencia de exclamar, en vez de interrogar.

    Soy   consciente de que toda evolución social, ha supuesto en origen, la transgresión de alguna norma. Es ley de vida.

    Reconozco  el avance social en el acceso a la cultura y a los medios de información, en la popularización de los beneficios y los gozos, que antaño estaban vetados a las clases desfavorecidas.

    Era y sigue siendo necesaria la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.

    Sin    embargo, en el ansia por reformar, considero, que, en ocasiones,  en mi opinión, se acaban descuidando normas de educación elementales, que vieron su origen en el respeto por los demás y en la idea caballeresca del honor, fuerza, gallardía,  valor,  sacrificio y liderazgo, como búsqueda de la virtud.

    Liiderazgo, teniendo muy presente que “para liderar hay que servir", en la doble acepción de la palabra servir: 

    .- Ser útil para algo es una cuestión de aptitud, para ello, un caballero deberá formarse continuamente. 

    .- Servir,   también  es  prestar  un  servicio,  buscando  el bienestar  del prójimo por encima del propio, es, claramente una cuestión de actitud.

    Es necesario un equilibrio….

    .- Físico, por lo que  nos requiere la práctica de deporte.

    .- Intelectual: Debemos leer siempre.

    .- Espiritual: Respeto a todas las creencias, y a los que no creen. La búsqueda debe ser constante.

    No sé trata sólo de ropa. Es la búsqueda de la excelencia.

    Todo ello, muy especialmente en el trato hacia la mujer.

    Cuando cedemos el asiento en un transporte.               

    Cuando le abrimos la puerta cediéndole el paso.


    Cuando nos levantamos porque llega una mujer, o  cuando nos volvemos a levantar si una mujer abandona nuestra mesa.


    cuando le arrimamos la silla a la mesa en el momento de sentarse.


    Nuestro mensaje es claro: “me importa más su comodidad que la mía”. “La respeto". No es una cuestión de machismo ni de feminismo.

    Es lamentable el maltrato de mujeres, y entiendo que la legislación evolucione contra el miserable cobarde que se atreva a perpetrarlo.

    La lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres es nuestra lucha.

    El caballero no puede ni debe relajar su conducta porque los tiempos han cambiado.

    El mundo está como siempre: cambiando.

    El mal que existe en el mundo, no ha aumentado. Es el mismo mal de siempre, sin embargo hay mucha menos educación.

    Entiendo que ya no se asiste al estreno de una ópera vestido de frac, pero espero que el que pretenda acudir al mismo en bañador, lo haga con la conciencia de que lo apropiado es un traje con corbata, que si el estreno es en el Teatro Real, o que si asiste al mismo en un palco, necesitará un esmoquin. Que lo haga con la conciencia de que el público forma parte de un espectáculo que implica miles de horas de excelencia en el esfuerzo de unos profesionales que merecen respeto. Con la conciencia de que nuestra conducta puede deslucir el evento.


    Los caballeros, somos defensores de la libertad, y espero, al menos esa es la intención de este blog, que cuando se adopte una decisión semejante, sea con una intención concreta, consciente, y no por desconocimiento.

    En tal caso, le aseguro que contará con mi respeto.



    Mr Mycroft.




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